Y de repente…

Y de repente…un mensaje me llegó.

A través de un mensaje osado, irrumpiste en mi vida. «¿Quién será este personaje?» Pensé yo por aquel entonces. Pero al intercambiar unos cuantos mensajes, la curiosidad se apoderó de mí. Las ganas de saber y conocer más sobre dicho mes, se hicieron más grandes.

A medida que te fui conociendo, me has ido demostrando lo increíble que eres en todos los sentidos. Te lo digo con cierta asiduidad, y es sincero al máximo cuando lo hago a pesar de que el contexto del mensaje pueda desdibujar la importancia de lo que se dice: eres una persona excepcional…y aún iría más allá, eres «algo» muy especial.

No suelo emplear la palabra especial, de hecho, podría contar con los dedos de una mano a las personas que se lo he dicho.

Y en cuanto al «algo», digo que eres más que un simple ser humano para mí. No es sencillo de explicar, pero la conexión que siento contigo desde el principio es…como tildarlo…tremebunda. Parece que te conozco desde hace años, sentimos afinidad por temas poco habituales y tenemos una sintonía similar a la hora de sentir las cosas.

Pero si hay algo que te hace sobresalir por encima de todos y de todas, es tu calidad humana. Eres buena en el sentido amplio del término más allá de todos los cánones, das todo por el prójimo, te vuelcas al máximo por los demás dejando al margen tus intereses personales. A pesar de que te hayan dañado por ello, porque esta marchita sociedad parece que no necesita a las personas con sensibilidades especiales, ojalá nunca lo cambies. Contribuyes a que este mundo sea un sitio mejor con solo existir.

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Todo el proceso que hemos vivido, no ha sido fácil. Pero a pesar de ello, no cambiaría ni uno de los segundos vividos hasta el momento. Eres bondad, ternura, sonriente, divertida, alegre, rebelde…eres inteligente, sarcástica, absurda…eres luminosa y diferente, única e insólita como la caída de la primera gota de lluvia sobre el suelo.

Cada segundo que estoy contigo, vivo todo de una forma especial. Cada paseo por Madrid, cada trago de vino en una terraza parloteando «inglés», cada caricia de tus manos sobre mis mejillas…y especialmente, cada vez que tu mirada se posa en mis ojos, hace que el mundo se detenga. Los días parecen horas a tu lado, pero no deja de ser una sensación paradójica, porque a pesar de que todo sucede a una velocidad fulgurante, parece que el mundo se detiene cuando estoy a tu lado. No hay entorno, no hay nadie a nuestro alrededor, no hay noche, ni día. Solo tú y yo.

Y de repente…cambias mi vida

Y de repente…arrojas luz a la más sombrías de las noches

Y de repente…haces que mi cuerpo vibre al estar a tu lado

Y de repente…haces que la vida tenga un color más intenso

Y de repente…la medida de todas las cosas cambia.

Y de repente…se hizo la magia

Y de repente…apareciste en mi vida

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